Podemos enriquecer el currículum presentando objetivos más complejos para aquellos que asimilaron los contenidos propuestos. Otra forma de enriquecer la dinámica educativa puede nacer de acompañar esos mismos contenidos ya asimilados con nuevas exigencias cognitivas. Es este último caso en el que me voy a quedar y lo voy a ejemplificar con una propuesta.
Primer ciclo de Primaria, Segundo. Imaginemos que después de una sesión de sumas para repasar los números del 1 al 99, sabemos que hay alumnos que los controlan perfectamente y otros que necesitan un poco más de tiempo para afianzarse en la operación y en la escritura de los números.
Entonces decidimos establecer tres niveles de actuación.
Nivel I. Alumnado que necesitara supervisión cercana por parte del profesorado, más tiempo y más práctica guiada. A este alumnado se les prepara actividades con sumas ordinarias, y se les guía en la realización de los algoritmos.
Nivel II. Alumnado que ya tiene automatizado y/o dominado el contenido y, por lo tanto, decidimos enriquecer ese contenido, complicando el formato en el que se presenta su trabajo. Exigimos en este nivel que intervengan otros procesos cognitivos y retando los recursos intelectuales del alumnado. Veámoslo con un ejemplo: diseñamos una escena con extraños monstruos, muy parecidos, pero no exactamente iguales; en esta escena se distribuyen de forma aleatoria los monstruos. En esta ficha hay varias parejas que sí son exactamente iguales, pero están separadas.
Se le pide al alumnado que busque aquellas parejas de dibujos exactamente iguales, juntándolas en un primer momento y sumando esas cantidades en un segundo paso. Para realizar esa suma (segundo paso) el alumno debe completar una estructura creada con dicho fin. Aunque los alumnos terminan manejando un contenido que ya dominan, para resolver la actividad, deben hacer frente a otras demandas cognitivas, activando para ello distintas herramientas intelectuales.
En este nivel, los alumnos son más autónomos que los primeros y, por lo tanto, pueden prescindir de una supervisión estricta por parte del profesorado, ya que este se encuentra guiando a los alumnos del nivel I. Sin embargo, estos alumnos necesitan que se les explique lo que hay que hacer. Acción esta difícil de ejecutar porque el docente se encuentra atendiendo a los alumnos del nivel inferior. Así que es momento de desdoblarse virtualmente utilizando las ventajas tecnológicas y presentar la explicación de la actividad a realizar en forma de vídeo. Un ejemplo de cómo hacerlo sería:
Pero no hace falta manejar editores de vídeo si tienes una sencilla cámara de documentos web, tardarás en hacer el vídeo lo que tardas en realizar la explicación. Un ejemplo:
Nivel III. Aquellos alumnos más aventajados, se les presenta la misma actividad, pero con una guía escrita para que deduzcan qué es lo que hay que hacer, realizando un exigente proceso previo de comprensión y un esfuerzo atencional, perceptivo y metacognitivo importante.
En el caso de que el alumno sea incapaz de completar la actividad con la ayuda de la guía escrita, podrá acceder al vídeo. Sería interesante incentivar al alumnado que decide atreverse a realizar la actividad siguiendo solo la guía escrita.
Buscamos atender a todos, a distintos niveles.
Puedes descargarte la guía: Aquí
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