Plutón ya hace tiempo que no es un
planeta, pero en su momento lo fue. Cuando en 2006 la Unión
Astronómica Internacional (IAU) creó una nueva definición para los planetas, Plutón dejó de ajustarse a esos nuevos criterios y fue
destronado de su título planetario. Pero por mucho debate que haya
al respecto, lo cierto es que Plutón existe, ahí está, siendo otra
cosa, planeta enano o lo que quieran inventarse, pulula al albedrío
que dictaminan las fuerzas del universo que le corresponden por el
mero hecho de existir y ocupar su sitio.
La teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner quizá le pase lo mismo que a Plutón, ningún estudio neurocientífico ha demostrado la validez de la hipótesis de la teoría de Gardner (Bueno, 2019) y es cierto que hay un debate muy intenso y fuertes argumentos científicos acerca de si cumple criterios o no para poder etiquetarse como “inteligencia” cada una de las inteligencias propuestas por Gardner: Inteligencia lingüística, Inteligencia Lógico-Matemática, Inteligencia Musical, Inteligencia Viso-espacial, Inteligencia Corporal, Inteligencia naturalista, Inteligencia Intrapersonal, Inteligencia Interpersonal, Inteligencia Corporal, Inteligencia espiritual... Desde mi punto de vista este debate está justificado porque deberíamos manejar todos el mismo lenguaje, sin embargo, lo importante para mí es clarificar su potencial de uso dentro del aula.
La neurociencia nos recuerda que cuanto más redes neuronales
activemos en un aprendizaje, mejor quedará registrado este
aprendizaje y, por lo tanto, se podrá utilizar con mejor eficiencia;
también nos explica, entre otras muchas evidencias, que por ejemplo
acompañar la información verbal con la visual permite una doble
codificación, que la actividad física promueve la generación de
nuevas neuronas en el hipocampo, que la práctica de la música tiene
evidentes beneficios a nivel cognitivo y ejecutivo, que un baño de
bosque puede reducir el cortisol y mejorar los síntomas de un TDAH,
que la gestión de las emociones, la persistencia y resistencia a la
frustración y el buen trato con los demás son mejores predictores
del éxito en la vida que la nota extraordinaria en un examen. Así
que profundizar en las inteligencias académicas (Lengua y
Matemáticas) es importante porque en el sistema académico en el que
estamos son buenos predictores y su importancia es innegable, pero
aislarlas de las otras inteligencias (o como se quieran llamar)
renunciando a las ventajas de su alianza desperdicia una innegable oportunidad de crecimiento intelectual.
Estos campos neuronales al entremezclarse y relacionarse sinergéticamente son capaces de ofrecer una oportunidad increíble de crecimiento potencial del intelecto y permitir personalizar el aprendizaje de forma asombrosa. Las matemáticas pueden hacernos reír; el arte, comprender la física; la naturaleza puede enseñarnos poesía; la narración salvar vidas; la música, comprender las matemáticas; el cuerpo, puede ayudar a estudiar historia; la emoción, a negociar guerras y la inteligencia social a ir tan lejos como las fuerzas de tus acompañantes te permitan. Pero esto debe hacerse con suma delicadeza y estricta reflexión criterial, pues este es un trabajo complejo que exige muchas horas de preparación y planificación. Bajo la bandera del trabajo de las inteligencias múltiples se han implementado actividades muy dispares, muy difuminadas, sin criterio, consiguiendo que muchos las abandonen por falta de evidencias o por ser etiquetadas como actividades propias del jolgorio educativo sin fundamento. O quizá avergonzados por la matización que hace la neurociencia sobre ellas, se tome la decisión de esconderla debajo de la alfombra para luego, o directamente, pasarlas al baúl de aquellas cosas que es mejor olvidar.
Pero Plutón está ahí, moviéndose para todos aquellos que busquen otras vistas, otros mundos, como siempre fascinantes por dejarse descubrir.
Yo mismo, hace años, propuse un proyecto "salvar la tropa" para presentar al alumnado que somos inteligentes de formas distintas, pero aquel programa se quedó en una base que necesariamente para ir más allá, debe acompañarse de fuerzas extraordinarias como las que aportan la teoría de Dweck sobre la mentalidad de crecimiento. Estas serán las que permitan incursionar eficientemente por los territorios de Gardner (digo territorios, no inteligencias) para desarrollar el intelecto y el crecimiento personal. También tiene especial protagonismo el modelo triádico de enriquecimiento de Renzulli y el manejo artesano de aquellas metodologías activas que permitan el desarrollo del talento de todos los alumnos: TODOS. Obligando así a que: profesores, alumnos, padres y comunidad trabajen sistémicamente en un proyecto institucional complejo muy enriquecedor para todos.
Y en ello andamos, si alguien necesita más información puede contactarme en:
info@aventurasdeaprendizaje.es
Bibliografía.
Bueno, D. (2019). Neurociencia para educadores. Barcelona: Ediciones Octaedro.
Dweck, C. (2016). Mindset: La actitud del éxito. Editorial Sirio.
Renzulli, J. (2021). El modelo de enriquecimiento para toda la escuela: Una guía práctica para el desarrollo del talento. UNIR Editorial.
Tourón, J. (2024). Navegando hacia el talento. Independently Published.
Comentarios
Publicar un comentario